Necesito un punto de apoyo, una simple inspiración para iniciar un poema sin razón que se compare a la vastedad del océano, que compita cabeza a cabeza con cada estrella en el firmamento. Algunas veces escribo líneas asombrosas, que confunden al mas diestro de los sabios, muchas otras las escribo para ayudar a entender al mas perdido de los enamorados.
Muchas personas creen que no soy de este planeta, que no soy de esta época, que soy un ser inmortal perdido entre la gente, pero la verdad es que soy mortal, estoy condenado a la muerte como cualquier otro pues nací en este mundo, en esta época en que el amor es cosa pasajera y de poca importancia, y no traten de entender porque escribo poemas, traten de entender porque este les causa esa sensación en sus almas, porque lo que escribo no son mas que verdades, no son mas que sentimientos ordenados en un papel, sentimientos que compartimos los seres mortales, sentimientos que a la larga nos inmortalizaran.
Me preguntan porque escribo, escribo porque amo al amor, escribo por y para el, a ese duendecillo que se cuela en el alma y le da calor día a día, a ese que si es inmortal, eterno, invencible, me responden -“Esto no es al amor mas si a una mujer”-, sonrió y respondo -“Amo escribir aunque le componga al amor o a una mujer ficticia aunque le componga a la nada, sin importar que pierda el tiempo besando una hoja de papel con las manos“.-
Cada poema es único pero proviene del mismo lugar, de un mismo punto de inspiración, y fluyen al papel como las lágrimas al recuerdo, como las miradas de los enamorados al cielo nocturno.
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