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Algo viejo sin sentido, ni orden....Aqui se los dejo....


Te escribo porque necesito gritar....
pero mis gritos son opacados
simplemente callados
como el más bajo de los murmullos,
por las lágrimas que nacen en mis ojos
y mueren rendidas en mis pies...
Todas a causa de lo que creí,
a causa de lo que ame...

Y mi corazón se deshace en jirones de dolor
de angustia, de profunda agonia...
Y entiendo lo que siento, me duele lo que siento
pero lo que no entiendo: ¿Porque a mi?,
y de nuevo brotan las lágrimas del recuerdo,
del olvido, acompañadas de la más profunda de las heridas del corazón...
Y pienso y no puedo hacerlo más que en vos,
y escucho y no puedo más que escucharte a vos,
y adonde quiera que mire, te miro entre mis nublados ojos,
inundados de lágrimas causadas por el dolor...

Y trato de alcanzarte
y me doy cuenta de que eres una ilusión
y que no estas ahí de pie frente a mi,
entonces pierdo la cordura...

Me torno en un océano de sentimientos,
confusos, hirientes, que se alimentan de mi alma,
de mi débil corazón maltratado por el profundo recuerdo de tu partida.
Y no puedo hacer más que pensarte,
no puedo dejar de buscarte cada vez que despierto desorientado,
perdido en tus sueños, en tus fuertes recuerdos.

Y no siento mi corazón latir desde que huiste de esa forma...
Explícame, explícale a mi corazón, quien no entiende de razones,
explícale porque partiste,
porque lo heriste,
explícale porque el es inocente,
no comprende solo siente, y le duele partirse por ti.

Me duele que hayas huido
sin comprender sin aprender que es el amor,
pero te digo, algún día comprenderás,
el amor no es un juego, es toda una realidad,
necesita fuego para arder,
detesta las rutinas y odia las mentiras...

A medida que te escribo mis lágrimas desaparecen...
Comprendo porque todo pasa,
porque el amor no se puede encarcelar,
el porque de mis lágrimas.
Una frase viene a mi mente, aparece en su horizonte,
como el sol naciente:
"A veces se tiene que sacrificar la felicidad propia,
por que alguien sea feliz",
me duele su verdad, su muy cruda verdad,
pero sonrío porque
asi como hoy sacrifico mi felicidad por la tuya,
quizas, algún día, alguien sacrifique la suya por la mía.